El complicado regreso a la oficina

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A finales de mayo pasado, Elon Musk anunció sin más a sus empleados en Tesla que tendrían que regresar a la oficina a cumplir 40 horas a la semana de forma obligatoria. El resultado no fue muy bueno, de acuerdo con un reportaje de CNBC. Para septiembre, el ausentismo ascendía a uno de cada 10 empleados, y las oficinas de Tesla aún no contaban con la capacidad para recibirlos a todos.

La moral no se reportaba muy alta en Tesla, y menos en Twitter, en donde por lo menos
1,000 empleados renunciaron debido a la obligación de regresar al centro de trabajo.
Con mucho más tacto, empresas como Google y Apple han buscado este año objetivos más
modestos, como una presencia tres días a la semana.

Tampoco fueron recibidos con aplausos. Los empleados de Alphabet preguntaron por qué volver, si la empresa había tenido utilidades récord en los años de trabajo remoto. En las empresas mexicanas, un estudio de EY encontró que 24% de los empleadores planeaba regresar a las labores de oficina cinco días a la semana, mientras que casi 90% de los trabajadores quería permanecer en un modelo híbrido.

El regreso a la oficina es un tema que aún no termina, pero está a punto de mezclarse —y muy
mal— con temas urgentes. De acuerdo con el KPMG 2022 CEO Outlook, los líderes de las empresas globales están ya enfocados en las formas de enfrentar la recesión económica que viene, con hasta 80% contemplando la posibilidad de recortar personal. Si bien cuidar y atraer el talento es una estrategia prioritaria para una cuarta parte de los encuestados, nada menos que 65% considera que el ambiente de trabajo ideal será el de oficina. Sólo 28% se pronunció en favor de un ambiente híbrido y únicamente 7% habló de uno completamente remoto.

Así de claro. El trabajo remoto o home office, fue una gran demostración de resiliencia por parte del mundo corporativo ante la crisis por Covid-19, pero aún está por definir una “nueva normalidad”.

De acuerdo con Pew Research, para enero de 2022, 59% de los empleados que podían realizar su
trabajo desde casa lo seguían haciendo, una cantidad mucho menor que el 71% en octubre de
2020. Pero de ese grupo, hoy 61% reportaba hacerlo por elección, y sólo 38% por necesidad. Un
64% señaló que trabajar desde casa le facilitaba balancear su vida personal y laboral, pero 60%
aceptó que sentía menos conexión con sus compañeros de trabajo.
Estas últimas respuestas preocupan a las corporaciones. Una encuesta de Joblist encontró que
70% de las personas en trabajo remoto hacían multitasking, 58% estaban demasiado tiempo
frente a la pantalla, 50% revisaba su celular continuamente, 36% se saltaba las comidas, 35% tenía
dificultades con la tecnología, 32% se desconectó de amigos y familia, 24% comía de más y 22%
tenía una mala higiene personal. Además, 59% admitió cocinar mientras trabaja, 55% ver la
televisión, 52% lavar la ropa, 47% hacer shopping en línea, 41% jugar con los niños y 39% jugar con
la mascota.
Otro estudio de Alliance Virtual Offices encontró que los trabajadores remotos tienen 38% menos
probabilidades de recibir bonos, y tienen peores reportes de desempeño, por lo cual no avanzan tan rápidamente en sus carreras como los empleados de oficina o los híbridos. Los remotos hacían más de 50% de tiempo extra y ganaban hasta 23% menos.
Las empresas han encontrado que el trabajo remoto no ayuda al fomento de una cultura
corporativa, ni al intercambio de ideas constante que puede generar innovación con mayor
facilidad. “Creemos en el valor de unir a las personas en el lugar de trabajo. Tener instalaciones en todo el mundo enriquece nuestra cultura con nuevas ideas, nuevas perspectivas y puntos de vista locales únicos que nos ayudan a seguir aprendiendo unos de otros”, apuntó en un ensayo un directivo de Microsoft, ya desde 2021.

El consenso apunta hacia el regreso a la oficina, pero se trata de un esfuerzo que requiere una
estrategia de comunicación integral y políticas de talento que puedan inducir nuevamente al
personal, como si fuera la primera vez. Un estudio de Envoy señala que la mayoría de las empresas en EE. UU: no están recurriendo al manotazo en la mesa, al estilo de Musk o de algunas empresas mexicanas.

Hasta 77% mantenían una política de trabajo híbrido, con la mayoría dando libertad a
sus empleados sobre tiempos y días en la oficina. Y 88% de ellas recurren a incentivos para atraer
al talento de vuelta, como comida y bebida, eventos sociales y corporativos, ambientación y
mobiliario, espacios de recreación y música ambiental.
Un artículo de NYT llamó la atención sobre un hecho inquietante. Hay grupos que nunca se
sintieron a gusto en la oficina, desde gente con capacidades diferentes hasta mujeres enfrentadas a ambientes de masculinidad tóxica. Las empresas deben asegurarse de ofrecer un lugar al que todo su equipo prefiera asistir, poniendo también atención a problemas que precedían a la pandemia.

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