
Comunicación Líquida: Cómo Adaptarte a la Era de la Inmediatez
En Comunicación, Comunicación Corporativa, comunicación líquida — 3 min.
Es un reto para las marcas y las empresas adquirir relevancia o mantenerla. Los temas del momento duran menos que una mariposa últimamente, y la información cambia tanto de forma como de dirección cada segundo. Una respuesta para hacer frente a la presente situación es la Comunicación Líquida. Este concepto está inspirado en las ideas de Modernidad Líquida de Zygmunt Bauman y ha sido planteado por intelectuales como Javier Ongay y Oren Soffer.
¿Qué es la Comunicación Líquida?
La Comunicación Líquida es un enfoque que responde a una sociedad en constante transformación. Se caracteriza por su capacidad de adaptación, fluidez y flexibilidad. A diferencia de la comunicación tradicional —estructurada, lineal y duradera— la comunicación líquida es rápida, fragmentada y en tiempo real.
Bauman habló de una “modernidad líquida” donde todo es transitorio: las relaciones, los trabajos, los valores. La comunicación, por tanto, se vuelve igual de inestable, moldeándose según los cambios tecnológicos, sociales y culturales.
El experto en marketing Javier Ongay aplica este concepto al mundo corporativo. Sostiene que las empresas deben ser capaces de comunicarse con agilidad, autenticidad y escucha activa. Esto implica:
- Mensajes adaptados a diferentes plataformas.
- Canales que priorizan la bidireccionalidad.
- Campañas que evolucionan según el feedback del público.
En un entorno “líquido”, solo sobreviven aquellas marcas que saben moverse con el entorno y reconstruirse continuamente. Adaptabilidad es el nombre del juego.
Pero hay más. Desde la academia, el investigador israelí Oren Soffer plantea una idea provocadora: el lenguaje se ha vuelto líquido. En su artículo Liquid Language? On the personalization of discourse in the digital era, Soffer explora cómo los mensajes en redes sociales han perdido estabilidad y profundidad, volviéndose:
- Altamente personalizados
- Contextuales y emocionales
- Diseñados para el impacto inmediato, más que para el sentido duradero
Esto da lugar a una comunicación centrada en la expresión individual y la conexión emocional, pero que también puede ser superficial o contradictoria.
Es imposible hablar de reglas en la Comunicación Líquida, por supuesto, pero algunas de las características que pueden encontrarse son:
- Inmediatez: Los mensajes circulan y caducan rápidamente.
- Adaptabilidad: Se ajustan al canal, audiencia y momento.
- Fragmentación: No hay un solo discurso; hay múltiples versiones de un mismo mensaje.
- Interactividad: El receptor también es emisor.
- Volatilidad: Lo que hoy es relevante, mañana puede quedar obsoleto.
Dadas estas características, la Comunicación Líquida presenta oportunidades y desafíos. Es a la vez una oportunidad estratégica para las marcas, pero también resalta la fragilidad del discurso, en todo momento.
Entre sus ventajas está generar una conexión emocional más directa con los diferentes públicos, pues el sentimiento adopta todas las formas posibles. También genera una mayor participación o interacciones y permite un invaluable feedback en tiempo real, que se debe atender inmediatamente, para conservar la efectividad.
Sin embargo, el modelo también tiene riesgos. La saturación informativa siempre plantea la posibilidad de perderse entre las grandes multitudes, forzando a los comunicadores a estar siempre al límite de su ingenio. La poca profundidad o falta de contexto pueden ser una amenaza en una pieza no tan bien trabajada, y siempre está la tensión entre las vistas y likes y que el mensaje que buscas realmente llegue a su destino.
Navega en lo líquido, sin ahogarte
La Comunicación Líquida no es una tendencia pasajera. Es el nuevo entorno donde todos —personas, marcas, medios— nos movemos. Entenderla y dominarla es clave para sobrevivir y destacar. No se trata solo de hablar más rápido, sino de comunicar con sentido, aun en medio del ruido.
¿Y tú? ¿Estás comunicando de forma líquida?
Déjanos un comentario o comparte este artículo si crees que tu marca o proyecto necesita adaptarse mejor al presente.